El viernes pasado fuimos a ver a la Sala principal del Teatro Solís el tercer acto de la Trilogía Antropofágica de Tamara Cubas; Avasallar, en las otras dos salas estaban las otras dos partes que ya habíamos visto el año pasado.
La verdad uno sale como dice el nombre avasallado por lo que vio en esa hora y media sobre las tablas de nuestro principal escenario.
Ahora salir avasallado de un espectáculo de danza contemporánea me hice la pregunta de ¿por qué? ya que vivimos una época en la que los seres humanos en general somos avasallados cotidianamente, por el costo de vida, por la sociedad, por la violencia, por la ignorancia, por la mentira cotidiana en los medios y cada uno podría agregar una lista de razones por las que a menudo volvemos a casa avasallados.
La duda que me quedo al salir de la obra de Tamara Cubas es porque ella sintió la necesidad de ese avasallamiento….
Caminando hacia el Solís nos cruzamos con un gran cartel en la explanada de la Intendencia que anunciaba El día de la momia, bueno pensé tal vez por esa caricatura posmoderna de reivindicar “nuestra” momia como un hecho cultural uno se puede sentir avasallado, también unos pocos días antes volviendo de otra obra pero en el CCE dos cuadras mas allá de la intendencia nos cruzamos con una mujer durmiendo en la puerta de una boutique llamada Guapa también me mostro una cara de nuestra sociedad bastante avasalladora.
En fin que razones para sentirse así avasallado hay miles y yo creo que me hubiera gustado salir del Solís esperanzado, con algo, pero no, uno sale como si le hubieran dado una paliza, eso si me lleve algunas imágenes en mi cámara ya que la obra es fotogénica así como la pobreza puede serlo a veces.
Un par de días mas tarde la diaria publicó una interesante nota de Lucía Naser; Comemos lo que somos, creo que esta nota aporta elemntos interesantes sobre la obra, también en el sitio de Tamara Cubas esta el link al registro de la obra o sea, quién este interesado la puede ver aquí.
Finalmente repasando todo esto ahora me pregunto si no es el fin mismo de esta obra problematizarnos y dejanos un montón de preguntas planteadas (aún a riesgo de avasallarnos a todos) como por ejemplo, ¿que mierda estamos haciendo del mundo en que vivimos?
