El domingo no vamos a votar
Estos días la sociedad uruguaya muestra sus mañas, el domingo los grupos intransigentes que quieren volver al Uruguay de la doble moral intentarán juntar cerca de 700.000 voluntades para intentar por la vía del referendún anular la ley que despenalizó el aborto y habilitó nuevamente el poder de decisión de la mujer.
Quienes cuestionan esta ley tolerante que no obliga a nadie a nada, invocan que quienes no iremos a votar estamos cercenando la posibilidad de los abolicionistas. Daría risa si no fuese triste, la papeleta que ellos van a poner en la urna reclama la voluntad de anular esa ley que la mayoría de la ciudadanía aprueba y pedía, hace ya más de 20 años que las encuestas de la empresa Factum ver daban mayoría a favor de la liberalización del aborto, de la despenalización, pero sobre todo de la posibilidad para las mujeres en situación de fragilidad social o económica del derecho a recurrir a estructuras legales y seguras para en caso de necesitarlo poder hacerse un aborto.
Esta mañana en un debate en la radio El espectador un contertulio que reivindica anular la ley, reclamaba por volver al satu quo anterior a que el gobierno del FA con el aporte del Partido Independiente aprobara esta segunda ley. Como si ese estado fuese respetuoso de algo aparte, de la opinión de la iglesia catolica. Ya lo muestran las cifras de 20 años de encuestas de Factum, 20 años que la mayoría del pueblo uruguayo reclamaba este derecho y sin embargo pasaban los gobiernos y nada sucedía, seguía decidiendo la minoría conservadora para beneplácito de la iglesia.
Tuvo que llegar la izquierda para que se aprobara el primer proyecto global sobre el tema, que desgraciadamente nuestro presidente vetó, confundiendo sus opciones personales con la tarea para la que la mayoría de los uruguayos lo habíamos elegido; llevar adelante un programa que incluía esa medida.
Finalmente en este segundo gobierno llegamos a aprobar un nuevo proyecto, tal vez más restrictivo que el anterior, pero con la enorme virtud de volver a despenalizar el aborto bajo ciertas condiciones.
Es por eso que el domingo no votamos, no para quitarle ningún derecho a nadie, simplmente para dejarle en sus manos a las mujeres el derecho a decidir con libertad y sin miedo.