De mi hija Julia
Otro intento, desde hace rato que estoy así, escribo, borro, guardo, tiro a la basura, vuelvo a arrancar, me arrepiento, me dicen que no haga nada que solo va a generar mas problema, pero yo me siento mal. Como cualquiera lo puede saber (aunque desde afuera siempre se sabe desde una óptica distante y muy teórica) cuando una persona se vuelve el blanco público de acusaciones de mala fe y fundadas no en ausencia de datos pero lo que es aún peor (por que es resulta más difícil defenderse con buena fe) en viles manipulaciones de verdades a medias, se genera una situación completamente de total anulación de la voluntad de defensa de la persona en cuestión. Se vuelve completamente imposible por que las herramientas de la retórica permiten decir y argumentar todo y su contrario, por lo tanto cualquier cosa que la persona en cuestión diga en su defensa propia es factible de ser manipulado y tergiversado. Me repito entonces (para salvar mi corazón de la desilusión hacia el mundo, hacia mi sociedad montevideana, hacia el sistema, hacia los medios, hacia la gente que se da vuelta como un panqueque y tantos etcéteras mas), que la elección del chivo expiatorio es siempre arbitraria y que por más transparente que se haya esforzado uno en ser (por que conozco poca gente tan enfermizamente dogmática en ese sentido como mi padre, Urruzola) si le toca a uno, le toca, y si se le busca la vuelta con suficiente mala fe hasta el gato tiene no 5 sino 7 patas. No vale la pena entonces que explique por ejemplo que los honorarios cobrados por Urruzola por la foto de Onetti (la gigantografía arriba del Solís de hace unos años) preveían los gastos de impresión, andamios y montaje; de la misma forma que aquellos cobrados por la otra gigantografía, aquella en el suelo de la intendencia hace todavía mas años, la de Montevideo visto desde arriba, también incluían gastos múltiples relacionados a la producción de un pegotín de al rededor de 130m2 (estos son solo dos ejemplos que tengo en mi cabeza en este momento). No tiene sentido tampoco que diga que mi padre realizó ENTRE OTRAS COSAS, varios trabajos en la intendencia desde la administración de Mariano Arana, (dos períodos atrás de la administración actual) hasta el momento, los cuales están TOTAL Y ENTERAMENTE RESPALDADOS POR SU TRAYECTORIA PROFESIONAL, para quienes quieran desasnarse (que es algo bastante grave) los invito a pasarse por esta página http://www.urruzola.net/acerca/ donde van a poder encontrar el currículum completo de Urruzola y si quieren después de haberle dado una vichada capaz que pueden hablar con un poco mas de propiedad. Para los que no puede tranquilamente seguirse llenando la boca de la misma forma miserable, ignorante y mediocre en la que lo hicieron hasta ahora por que por el momento ser mala persona sigue siendo gratis y como es fácil parece es una línea de acción que tiene bastantes adeptos. Para quienes hicieron esto con el fin de criticar la administración actual de la intendencia sugiero que habla muy mal de sus fundamentos el hecho de tener la necesidad de recurrir a una tergiversación tal de los datos, pero ante todo aclaro que mi objetivo no es hacer una defensa pública de la intendencia sino hablar en defensa de mi padre Juan Ángel Urruzola (y no en su nombre, sino en el mío). Sin embargo los que mas me entristecen son aquellos que no son movilizados por ningún otro fin que el puro voyeurismo y morbo característicos de aquellos espíritus con poco vuelo y de existencia ínfima que parecen de alguna forma recrearse en este tipo de críticas superfluas casi conventilleras solapadas de una voluntad de justicia barata, como si esto les diera la ilusión por un momento de tener una razón de ser.
Sin embargo, nada de esto tiene sentido decirlo, por que como dije, cuando hay mala fé se encuentra la manera de ensuciar a quien sea y fundamentarlo como se quiera, mientras tanto lo único que le queda a uno es tomárselo con soda por que tocó, seguir siendo honrado y fiel a sus propios principios. Sencillamente quería pronunciar mi desacuerdo, indignación, tristeza y desilusión por este teatro patético para que quedara constante (por que después salen a decir que el que calla otorga) que Urruzola NO es un corrupto ni un acomodado sino una persona honesta, trabajadora y un buen profesional, y ESTAS y no OTRAS son las razones que le abrieron las puertas en cada uno de los trabajos en los que se desenvolvió.
Julia URRUZOLA ABDALA